Seguro para transporte público, ¿qué es?
Como sabes, en la Ciudad de México (así como en algunos otros estados de la República Mexicana y en caminos y puentes federales) es obligatorio que los vehículos que circulan tengan la protección de un seguro de daños a terceros. Sin embargo, esta medida no es única para vehículos de uso privado, sino también para el transporte público.
Pero no te imagines que hablamos solo de camiones, microbuses o taxis. De hecho, otro tipo de transporte público también está obligado a tener un seguro, de acuerdo con la Ley de Movilidad de la Ciudad de México; se trata del Metro, Metrobús, Trolebús, RTP, Tren Ligero y Tren Suburbano.
¿Cómo funciona este seguro?
Aunque normalmente son transportes seguros, lamentablemente nadie está exento de algún accidente al usarlos, es por eso que, si aún no sabes qué cubre y qué no cubre su protección (para que lo solicites en caso de ser necesario), aquí te lo decimos:
- Asistencia médica. La compañía de seguros con la que tengan contratado el seguro para transporte público, debe comprometerse a otorgar atención médica o, en cualquier caso, reembolsar el pago que hayas realizado en algún hospital o médico particular si es que son distintos a los asignados por la aseguradora.
- Indemnizaciones. Se deben pagar en caso de incapacidad total o parcial, ya sea de forma temporal o permanente. Y en caso de una defunción, también deberán pagar los gastos funerarios y una indemnización por muerte, siempre y cuando esta ocurra dentro de los 90 días posteriores a la fecha del accidente.
Es importante que sepas que el seguro no tendrá efecto en caso de que los accidentes, lesiones o muertes ocurran por imprudencia del conductor, como puede ser que circule con las puertas abiertas, o que circule sin respetar los límites de velocidad, por poner algunos ejemplos.
Tampoco habrá efecto alguno del seguro en caso de que los accidentes sucedan debido a enfermedades propias del individuo, ya sean físicas o mentales. Y tampoco en caso de que se trate de lesiones ocasionadas por otras personas, como en caso de actos vandálicos, rebeliones o de guerra.
La responsabilidad del seguro para transporte público comienza desde el momento en el que abordas la unidad y termina hasta que desciendes de ella. No olvides exigir tu derecho al seguro en caso de ser necesario.